La revolución educativa

Nuevamente me encuentro con argumentos que apoyan a las artes como una de las formas más efectivas para lograr, en los alumnos, mejorar la atención, el control de las emociones, el ver el mundo de modos distintos, apreciar las diferencias, descubrir sus talentos, etc. Importante es destacar que aunque se observa una lenta toma de conciencia respecto a las bondades de la música en todos los aspectos de la vida y la cultura, felizmente se observa que aumenta, a nivel mundial las voces a favor de aumentar su presencia en las aulas, imagínense, cuanto control de las emociones hay en el arte, en la música. La música es el arte de la repetición en un contexto absolutamente abstracto, según neurólogos, uno de los lenguajes más complejo que el mismo proceso del habla, igual o tan abstracto que la matemática, en fin. Si la mayoría de las asignaturas se dieran un espacio para cantar canciones relativas a sus temas o unidades como cierre de las mismas o de las actividades de aula, en principio sería la actividad más motivacional dentro de las estrategias cognitivas de cada asignatura. Por ejemplo, en Inglés se usa a menudo, el aprender con música y se hace porque hay que memorizar permanentemente y que mejor vehículo que ¡la música!.

Deseo que en nuestro país poco a poco aumenten las voces que consideren el real aporte que darían las artes a nuestra sufrida educación.

Invito a ver este vídeo en donde se entrevista al psicólogo de la Universidad de Portland USA,Robert Roeser (que espero de luces hacia donde estoy dirigiendo el vehículo.